Surtidores de gasolina a un lado, estaciones de carga al otro: “Un área de descanso en una autopista de dos velocidades”

El coche eléctrico recupera a un viejo conocido del automovilista: el gasolinero, rebautizado como "bornista". Esta figura "transforma aún más los vehículos eléctricos en un mundo de lujo", según Apolline Guillot, filósofa de la tecnología.
Por Matthieu PelloliApolline Guillot, profesora de filosofía en la Escuela Normal Superior de Lyon, es autora, junto con Anne Lavaud, de “Petite philosophie des mobilités” (Revista Filosofía, 10 euros).
En su último libro, habla de la «virtualización del mundo» y de los «coches inteligentes que obedecen a algoritmos». Por otro lado, ¿es el surgimiento del «bornista» el regreso de una figura antigua?
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Le Parisien